Acaricio tu cara. Es suave
como seda de oriente
delineo tu rostro
perfecto.
Recorro tu cabello con mis dedos de marfil
y descubro en ellos el placer de tu compañía
estoy contigo, mirando el firmamento
que esta lleno de estrellas.
Tu estas a mi lado.
La luna se esconde tras un velo negro
su sonrisa plateada nos saluda desde el cielo
sus ojos penetrantes, invaden cada poro
su fragancia a flores suaves, no impregnan
nuestro aliento se encuentra tan cera
tan, tan cerca...
Tu sabor... tu exquisito sabor a gloria
a fresas, cerezas, rosas... a todo.
Y a la vez a nada.
Despierto impactado. Desesperado.
No encuentro una esquina que me de seguridad
y soy un boxeador derrotado
en la lona de mi vulnerabilidad.
¿Porqué te soñé de esta manera?
¿Porqué invades mi mente de este modo?
Vienes y te vas
regresas y vuelves a volar
Eres como la Luna
vas creciendo cada noche
y cuando creo alcanzarte, simplemente
desapareces.
Te escondes tras tu velo de oscuridad
y mi vista de deja de admirar.
Solo puedo verte en el cielo
en las noches sin estrellas
cuando tus ojos aparecen
y te veo en Luna Nueva.
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