En mi vida, solo un alma se ha parecido tanto a la mía.
Hace unos años, una Jirafa y un Corcel se toparon
En medio de un campo que ambos transitaban.
Jamas pensaron que sus vidas quedarían ligadas para siempre
y que sus almas correrían por el mundo, para siempre.
Con una Quesadilla se conocieron la Jirafa y compañía
En una día de sol atardecer, bajo un árbol mas grande que el placer.
Comieron y cantaron
Charlaron y tomaron
Tocaban instrumentos bajo las sombras de aquel viejo árbol
Y con guitarras y gargantas, juntos creaban música que encanta.
Con coros melodiosos el Corcel entonaba
Las sinfonías que la Jirafa de la Lira rascaba
Bajo la lluvia de Verano sus zapatos se empapaban
Y recostándose en el pasto, las nubes observaban
Eran mágicos amigos, sin iguales en la tierra y majestuosos en demasía
Solo la Jirafa y el Corcel comprendían
La realidad de su gran amor fraternal
Entre ellos el tiempo no existía
Y las horas eran nada mas que fantasía
*Rubiks circulaban por sus manos
*Ipods abrumaban sus orejas
Y millares de Quesadillas
Embutían sus cabezas.
*Nachos mexicanos invadían sus estómagos en los días de verano
Con tarjetas celebraban sus primaveras
Y con vídeo juegos festejaban sus vísperas
Parecidos en abundancia, la Jirafa y el Corcel reían sin cesar
Cantaban las canciones de sus vidas y platicaban los errores del pasado
Hoy en día, la Jirafa y el Corcel conviven, viven y reviven
En armonía y fantasía,
gozando de una Amistad y Hermandad.
Un lazo sin igual que durara por el resto de sus vidas.
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