viernes, 19 de octubre de 2012

La Jirafa y el Corcel.

En mi vida, solo un alma se ha parecido tanto a la mía.

Hace unos años, una Jirafa y un Corcel se toparon
En medio de un campo que ambos transitaban.
Jamas pensaron que sus vidas quedarían ligadas para siempre
 y que sus almas correrían por el mundo, para siempre.

Con una Quesadilla se conocieron la Jirafa y compañía
En una día de sol atardecer, bajo un árbol mas grande que el placer.
Comieron y cantaron
Charlaron y tomaron

Tocaban instrumentos bajo las sombras de aquel viejo árbol 
Y con guitarras y gargantas, juntos creaban música que encanta.
Con coros melodiosos el Corcel entonaba
Las sinfonías que la Jirafa de la Lira rascaba

Bajo la lluvia de Verano sus zapatos se empapaban 
Y recostándose en el pasto, las nubes observaban

Eran mágicos amigos, sin iguales en la tierra y majestuosos en demasía
Solo la Jirafa y el Corcel comprendían
La realidad de su gran amor fraternal
Entre ellos el tiempo no existía 
Y las horas eran nada mas que fantasía

*Rubiks circulaban por sus manos
*Ipods abrumaban sus orejas 
Y millares de Quesadillas 
Embutían sus cabezas.

*Nachos mexicanos invadían sus estómagos en los días de verano
Con tarjetas celebraban sus primaveras 
Y con vídeo juegos festejaban sus vísperas

Parecidos en abundancia, la Jirafa y el Corcel reían sin cesar
Cantaban las canciones de sus vidas y platicaban los errores del pasado

Hoy en día, la Jirafa y el Corcel conviven, viven y reviven
En armonía y fantasía, 
gozando de una Amistad y Hermandad. 

Un lazo sin igual que durara por el resto de sus vidas.




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